Lun. Nov 18th, 2024


Respuesta. El expresidente respondió algunos puntos de los abordados por el presidente Luis Abinader el 27 de febrero, especialmente los relativos a la economía, los servicios, la infraestructura y la seguridad ciudadana.

  • El virtual candidato presidencial opositor centró sus críticas en la carestía, las obras prometidas no construidas y el deterioro de la salud y educación.

Felipe Ciprián

felipe.ciprian@listindiario.com

Santo Domingo

El expresidente Leonel Fernández afirmó anoche que el discurso del presidente Luis Abinader el  27 de febrero estuvo marcado por una “actitud de autocomplacencia, de autoalabanza, en la que abundan las exageraciones y las manipulaciones estadísticas”, pero no pudo exhibir realizaciones ni mejoras reales en la economía, los servicios y el bienestar colectivo.

En un discurso televisivo, el presidente de la Fuerza del Pueblo (FP) señaló que las falacias se evidenciaron cuando el gobernante dijo que el país registró un robusto crecimiento de la economía, cuando la realidad es que quedó por debajo de las proyecciones.

Fernández expresó que al sostener que el país creció 4.9% en 2022, Abinader olvidó que en 2021 había anunciado un crecimiento de 12.3%, por lo que si se acogen las cifras gubernamentales, el año pasado hubo una caída de 7.4% del PIB.

Además, el líder de la FP agregó que en todo caso, “ese magro crecimiento de 2022 estaba por debajo de las proyecciones estimadas por las propias autoridades, que establecían que el país tendría ese año un crecimiento de un 6%. Por consiguiente, respecto a lo estimado tuvimos una disminución de 1.1%”.

Consideró que en lugar de encontrarse entre “los países con más crecimiento económico mundial, como alega el presidente Abinader, en el 2022”, República Dominicana quedó en la décimo tercera posición de 33 países de América Latina y el Caribe”.

En esas condiciones, Fernández indicó que en lugar de la economía dominicana consolidarse como una de las más dinámicas de Latinoamérica, como afirmó el presidente Abinader, “nuestro país ha perdido el dinamismo y el liderazgo que en otros tiempos exhibió en el crecimiento económico de la región”.

Al examinar los distintos sectores de la economía, Fernández dijo que si bien el turismo tuvo un crecimiento exponencial de 24%, “el de explotación de minas y canteras, sin embargo, tuvo un derrumbe de -7.2%; la construcción, un desmoronamiento de 0.6%; y la industria local, un pírrico aumento de 2.2%”.

Crecimiento sin empleo

“El crecimiento del PIB cobra importancia en la medida en que sea capaz de generar empleos formales, mejorar los ingresos de las personas, mantener estable el índice de precio, reducir el desempleo y la informalidad, propiciar la erradicación de la pobreza y fomentar el desarrollo individual y colectivo”, puntualizó el expresidente.

Estimó inexplicable que mientras el PIB aumenta, “existen más de 614,000 personas que desean trabajar, pero no encuentran dónde hacerlo, debido a que la expansión de la economía no les está generando oportunidades laborales”.

Concluyó en que “el crecimiento no está beneficiando a los más pobres, a los que menos tienen, a los que verdaderamente demandan con urgencia el apoyo solidario del gobierno”.

Al analizar el comportamiento de la deuda pública, Fernández dijo que en menos de tres años, “la actual administración ha contraído deuda por un monto superior a los 24,000 millones de dólares”.

Descartó que el porcentaje de la deuda haya disminuido entre 2019 y 2022 como dijo Abinader y que por el contrario, “el porcentaje de deuda pública aumentó del 50.5% al 59.1% del PIB, lo que representa un incremento, no una disminución, de 8.6 puntos porcentuales”.

Deploró que Abinader haya dicho que durante el 2022 su gobierno tuvo que afrontar con más de 16,000 millones de pesos, en base a recursos propios, los daños causados por el huracán Fiona, cuando el Banco Mundial aprobó en enero pasado un préstamo, para los mismos fines, por 200 millones de dólares, equivalentes a 11,000 millones de pesos.

“Líder en altos precios”

Al criticar la forma en que Abinader abordó los incrementos de precios de los artículos de primera necesidad, Fernández dijo que los mismos “no constituyen un chiste”, sino que “es algo trágico, una pesadilla, sobre todo para los sectores más vulnerables de nuestra población”.

“Cuando los consumidores dominicanos van a los supermercados, colmados, ventorrillos y mercados, no encuentran el susodicho pollo índex. Van a buscar el pollo con pechuga, muslos, alas y patas, y ese se encuentra 53% más caro que cuando se inició el actual gobierno en agosto de 2020”, expresó el líder político.

Agregó que el arenque está casi un 70% más caro; el aceite de soya, 67% más caro; la carne de res, 64% más cara; la yuca, 63% más cara; y los plátanos, la harina de maíz, el cerdo y las papas, entre otros productos, también están un 50% más caros.

“El incremento de los precios es en todo. Es en la comida, es en la varilla, en el cemento, en el transporte y en la energía eléctrica. Por consiguiente, el nivel de la calidad de vida de la mayoría de la población, como hemos dicho, se ha deteriorado”, acotó el expresidente.

Llamó al gobierno de Abinader “el líder de los altos precios, en aumento de la deuda pública, en gastar mucho e invertir poco, y en reducirle a la gente su poder de compra”.

Ni un megavatio

Sobre el sistema eléctrico, Fernández indicó que no ha incorporado ni un megavatio de potencia de energía térmica adicional y las renovables que se han conectado son todos proyectos de anteriores gestiones.

“Las pérdidas del sector se han incrementado de un 30 a un 35%. La tarifa al usuario se ha disparado en más de un 50%”, afirmó, mientras los usuarios son víctimas de facturación irreal.

Obras Públicas

Fernández deploró que Abinader diga que el gobierno ejecutó 271 obras de infraestructura con una inversión de más de 90,390 millones de pesos, cuando la Dirección General de Presupuesto informa que solo se erogó 53,896 millones en obras durante 2022.

Dijo que la mayoría de las obras prometidas en todo el país no se han iniciado o no se han terminado, especialmente las de el Gran Santo Domingo.