EUROPA PRESS
MADRID
La incesante violencia registrada en la capital de Haití, Puerto Príncipe, ha llevado a la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) a cerrar temporalmente un hospital, según ha informado la propia organización, que ve como a “escasos metros” del centro se libran auténticas “escenas de guerra”.
“Estamos en primera línea de fuego”, ha dicho el referente médico Vincent Harris, que no obstante ha aclarado que ni el hospital ni su personal ha sido objetivo directo de la violencia. Se sienten una “víctima colateral” de una violencia atribuida a grupos fuertemente armados y que se ha extendido por Puerto Príncipe en los últimos meses.
“Somos conscientes de que el cierre perjudicará gravemente a los habitantes de Cité Soleil, pero nuestros equipos no volverán a trabajar hasta que se garanticen las condiciones de seguridad apropiadas”, ha explicado en un comunicado. Los pacientes apenas pueden acceder y dentro del propio recinto se han encontrado varias balas perdidas.
Los combates han aumentado desde finales de febrero y el centro de urgencias que MSF tiene en otra zona, Turgeau, ha recibido en estos últimos días diez veces más heridos de bala que la media habitual. El responsable de las actividades médicas de MSF, Freddy Samson, ve “difícil” estimar una cifra total de heridos en Puerto Príncipe, ya que muchas personas están “aterrorizadas” y “prefieren no salir de sus barrios”.
El nivel de desplazamiento también está aumentando y un trabajador de la ONG que prefiere permanecer en el anonimato ha contado que él mismo se tuvo que ir a casa de un amigo. “Siento que el riesgo de que ocurra algo grave está cada vez más cerca; mis vecinos de arriba encontraron una bala perdida en la escalera. Los grupos armados están disparando directamente a nuestra casa”, ha lamentado.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, también expresó esta semana su preocupación por la “horrible violencia” en que vive sumida Haití, que ha dejado a los grupos armados como dueños de “grandes secciones” de la capital y de otras zonas del país.
Así, en una declaración ante el Consejo de Derechos Humanos, denunció “asesinatos, secuestros, ataques aleatorios de francotiradores y un nivel atroz de violencia sexual”, por lo que ha llamado a tomar medidas para evitar que la situación siga deteriorándose.
Turk ha abogado por seguir avanzando para lograr “elecciones justas y transparentes”, promover sanciones contra quienes apoyen a las bandas y fortalecer los sistemas policiales y judiciales de Haití, dando pasos también contra la “impunidad” y la “corrupción” que históricamente han lastrado las instituciones del empobrecido país caribeño.