Muchos países del mundo están sufriendo estos días olas de calor récord, algunas de ellas mortales. Una tendencia que no irá mejorando.
RFIRedacción Internacional
Casi 40 grados en España, temperaturas récord para un mes de abril en Marruecos, Argentina sale de un verano de extremos…
Asia también se ve afectada: varias decenas de personas han muerto este año en la India a causa de una ola de calor. La revista científica PLOS Climate enumera incluso varias decenas de miles de muertes en el país por este motivo en los últimos 30 años.
Los investigadores advierten de que India podría incluso cruzar el umbral de lo invivible en 2050.
CAPACIDAD DE ADAPTACIÓN SUPERADA
De hecho, este calor extremo va unido a altos niveles de humedad, el llamado “termómetro húmedo”. “El calor no es algo nuevo en esta parte del mundo.
“Durante miles de años, la gente ha vivido con él y se ha adaptado a este tipo de calor. Pero debido al calentamiento global, las temperaturas superan ahora la capacidad de adaptación del cuerpo humano”, explica Fahed Saeed, científico del think tank Climate Analytics.
“Lo problemático es la combinación de altas temperaturas y humedad. Los científicos nos han demostrado que, debido al cambio climático, la capacidad de la atmósfera para absorber humedad está aumentando. Normalmente, el cuerpo humano expulsa el calor mediante el sudor. Cuando el sudor se evapora, enfría el cuerpo. Pero debido a la elevada humedad, el sudor ya no puede evaporarse y el cuerpo ya no expulsa el calor. Por eso se vuelve mortal”, detalla.
Como advertía el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) en su último informe, algunos límites para adaptarnos a estos cambios podrían ser rebasados.
En estas condiciones, cada décima de grado y cada gramo de CO2 emitido cuentan.
EFECTOS YA PRESENTES
Sin embargo, los efectos del cambio climático ya están aquí y se dejan sentir cada día más.
La revista en línea Carbon Brief muestra que, desde 2013, la mitad de la humanidad ha experimentado un pico de calor sin precedentes.
Las consecuencias de estas condiciones climáticas no solo afectan a los seres humanos.
Son una de las principales causas del colapso de la biodiversidad.
La Liga para la Protección de las Aves (LPO) ofrece una ilustración muy concreta de ello en los humedales franceses.
En un estudio reciente, demuestra que el año pasado algunas aves, pero también anfibios e insectos, simplemente no se reprodujeron -o muy poco- a causa de la sequía que azotó el país. Las especies afectadas estaban protegidas.