A sus 65 años, ataviado con su característica boina, el cantautor arrancó el concierto con uno de sus temas más conocidos, “Rosalía”.
San Juan, Puerto Rico
El éxito de Juan Luis Guerra sigue a toda velocidad y sin frenos con su gira mundial “Entre Mar y Palmeras”, que hizo este domingo llover café y sabor con un nutrido recorrido por sus exitosas canciones desde el Coliseo José Miguel Agrelot, en Puerto Rico.
A sus 65 años, ataviado con su característica boina, el cantautor arrancó el concierto con uno de sus temas más conocidos, “Rosalía”, del álbum “Bachata Rosa” de 1990, haciendo delirar al público de todas las edades.
“¿Quién de aquí baila salsa? Nosotros también hacemos salsa, esto va en homenaje a los grandes salseros de Puerto Rico que de ellos hemos aprendido”, apuntó Guerra sobre este género musical que forma parte de la cultura de Puerto Rico e hizo sonar un “Medley de salsas”.
Durante la actuación el dominicano saludó a algunos artistas, entre ellos al veterano salsero puertorriqueño Gilberto Santa Rosa que asistió al evento acompañado de su mujer.
“Ojalá que llueva café en el campo“, “Frío, frío como el agua del río” o “Quisiera ser un pez para tocar mi nariz en tu pecera”, fueron algunas de las frases más conocidas de sus canciones que fueron cantadas a todo pulmón en una presentación en la que ni uno de los temas de su obra no fue bailado por un coliseo repleto.
El artista también rasgó su guitarra y conmovió a los asistentes con “Pambiche de novia”, una canción dedicada a su “amor”, su mujer Nora, con quien está casado desde hace más de 30 años.
Sus éxitos como, “Visa para un sueño”, “Vale la Pena”, “Burbujas de amor”, “La Travesía” y “Ojalá que llueva café” hicieron vibrar la sala de eventos más importante de Puerto Rico.
Otro punto álgido del concierto fue cuando tocó la canción de “El costo de la vida”, el público mostró su emoción al grito de: “Somos un agujero en medio del mar y el cielo quinientos años después. Una raza encendida negra, blanca y taína”, letra significativa para Puerto Rico que comparte parte de su historia con la República Dominicana.
Asimismo, el intérprete de “La llave de mi corazón” y de “Bachata en Fukuoka” transmitió la alegría y el sabor caribeño a los presentes junto a su mítica banda 4.40, que realizó solos de trompeta y de percusión.
Uno de los momentos más esperados de sus seguidores es cuando suena el merengue “La bilirrubina” con el que Juan Luis Guerra esta vez puso el broche de oro a la noche.
La gira que el músico dominicano inició en marzo de 2022, le llevó a cantar sus canciones más conocidas y sus álbumes más recientes “Entre Mar Y Palmeras” y “Privé” a ciudades de España, Estados Unidos, Puerto Rico, Perú, Colombia y Chile, donde agotó todas las entradas en cada uno de los espectáculos.