Sij, nacido en India y convertido luego en estadounidense, Ajay Banga, elegido ayer al frente del Banco Mundial (BM), tiene múltiples desafíos, entre ellos la financiación de la lucha contra el calentamiento global y la reforma del funcionamiento de esa institución financiera.
Este hombre de negocios de 63 años sucederá desde junio a David Malpass y era el único candidato al cargo.
Su designación no cumplió totalmente con las expectativas del BM, que había alentado a sus miembros a promover candidaturas de mujeres.
Según varias fuentes cercanas, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, estaba a favor de tal tipo de elección, pero la decisión final recaía en el presidente estadounidense, el demócrata Joe Biden.
Sin embargo, en muchos aspectos, esta designación refleja la voluntad de la Casa Blanca hacer un gesto hacia determinados países emergentes, en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas, proponiendo a una persona que nació, creció y se educó en una de las naciones más grandes del mundo, y a la que Estados Unidos intenta acercarse: India.
“Creo que tener a alguien que pueda hablar con diferentes identidades y diferentes partes interesadas es absolutamente esencial”, opinó Clemence Landers, investigadora del Centro para el Desarrollo Global, organización que tiene por objetivo contribuir a la reducción de la pobreza global a partir de investigaciones económicas.
Eso porque Ajay Banga, ahora nacionalizado estadounidense, tuvo una primera vida en el subcontinente indio.
Nacido en Pune, en el estado de Maharashtra (centro), en el seno de una familia de la minoría religiosa sij, Ajay Banga se mudó regularmente durante su infancia, de acuerdo con las asignaciones de su padre, un militar, que terminó su carrera con el grado de teniente general.
También continuó sus estudios allí, primero en el St Stephen’s College en Nueva Delhi y luego en el centro empresarial Indian Institute of Management en Ahmedabad, una de las mejores escuelas de negocios de Asia, antes de comenzar su carrera, a principios de la década de 1980, en filiales de grandes grupos agroalimentarios como Nestlé y luego PepsiCo.
Ajay Banga se cambió a las finanzas a fines de la década de 1990. Se unió al banco estadounidense Citigroup y fue responsable, entre 2005 y 2009, del desarrollo de la estrategia de microfinanzas del grupo.
Dar garantías
En 2009, se unió a Mastercard como director de operaciones antes de convertirse en director ejecutivo un año después y luego en presidente de la junta directiva en 2021.
“Tiene un enfoque bastante particular. Su visión de las cosas es realmente encontrar crecimiento a través de la inclusión financiera”, a través, por ejemplo, de microcréditos, “especialmente en países emergentes”, dijo Luis Alberto Moreno, expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que ha forjado alianzas en particular con Mastercard.
Ahora al frente de la institución multilateral, Ajay Banga sabe que se le espera con ansias para afrontar dos aspectos esenciales: la reforma del Banco Mundial, que Estados Unidos, quiere impulsar con apoyo de varios países, y la financiación de la lucha contra el calentamiento global, especialmente para los países pobres y emergentes.
Sobre todo porque el tema climático es sin duda uno de los motivos que impulsó al presidente saliente del BM, David Malpass, a anunciar su renuncia a la institución el 15 de febrero, un año antes de finalizar su mandato.
Nombrado por el expresidente republicano Donald Trump (2017-2022), Malpass enfrentó al escepticismo a su voluntad de tomar en serio los problemas climáticos, y el exvicepresidente estadounidense Al Gore no dudó en acusarlo de ser climatoescéptico. Pero su sucesor no podrá ignorar estos asuntos.
Ajay Banga también tendrá que gestionar las demandas de los países emergentes, en particular de China, India, Rusia y Brasil, que desde hace varios años quieren ver crecer su papel dentro de las instituciones internacionales.
Tan pronto como se anunció su candidatura, Banga tomó su bastón de peregrino, comenzando por África, visitando un total de ocho países y reuniéndose con 37 gobiernos, según el Departamento del Tesoro estadounidense.
Son desafíos para los que Ajay Banga es la persona adecuada, dice David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas.
“Sabe ser directo, no andar con rodeos y, al mismo tiempo, ser increíblemente diplomático. Dados los muchos problemas existentes en todo el mundo, necesitamos a alguien con su madurez y experiencia”, subrayó.