Jue. Mar 28th, 2024
  • El dirigente Scott Servais festeja luego en el camerino la clasificaciòn de los Marineros.

AP

Seattle

Debido a una estadística, el pitcher Matthew Boyd se ha convertido en el pelotero a quién más preguntas se hacen recientemente sobre la situación de los Marineros de Seattle.

Ese dato no se relaciona con su desempeño deportivo, sino con su lugar de origen. Boyd nació en Bellevue, Washington, el 2 de febrero de 1991.

Creció además en la cercana localidad de Mercer Island, y tenía 10 años la última vez que Seattle avanzó a la postemporada.

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“Fui realmente afortunado por tener equipos realmente equipos realmente buenos en cierto momento de mi vida, en el que había esta transformación”, dijo Boyd. “Simplemente miraba los juegos por la televisión y quería ir al Kingdome cada día. Era algo realmente especial, algo grande para mí. Tengo mucha suerte de que eso haya ocurrido, porque el béisbol era divertido”.

El béisbol es divertido de nuevo en el noroeste de Estados Unidos, en una forma que no se había visto en más de dos décadas. La sequía más larga de postemporada en las cuatro ligas deportivas profesionales más importantes de Estados Unidos terminó el viernes por la noche, cuando los Marineros obtuvieron el ansiado lugar en los playoffs de las mayores.

Y Seattle lo hizo en la forma más emocionante posible. Cal Raleigh, enviado a las menores por la improductividad que lo había aquejado al comienzo de la campaña, ingresó como emergente y descargó un jonrón solitario que significó el triunfo, cuando había dos outs en la novena entrada, ante un lanzamiento con cuenta de 3-2.

Los Marineros superaron así 2-1 a los Atléticos de Oakland.

Fue como si se hiciera realidad el libreto que escribían los niños locales de distintas generaciones en su imaginación al jugar en su traspatio. Y la victoria se incorpora a una lista sumamente breve de momentos venturosos en la historia deportiva de Seattle.

“Fue la mayor locura de la historia. No pienso que yo sea capaz de olvidar ese momento”, comentó Raleigh.

Los Marineros jugarán la serie de comodines, tal vez como beneficiarios de la expansión de la postemporada que añadió a un equipo clasificado desde cada liga. Toronto y Tampa Bay han asegurado los otros pasajes de comodín en la Liga Americana, aunque todavía no se definen los cruces en los playoffs.

Pero la forma de avanzar difícilmente les interesa a los fanáticos, sobre todo a aquéllos que nacieron en el último año en que Seattle llegó a los playoffs y que tienen ahora edad suficiente para comprar una bebida alcohólica a fin de festejar su regreso.

Boyd fue adquirido por el equipo cercano a su ciudad natal, justo antes de que venciera el plazo para realizar canjes.

“Lo importante es que Seattle ama el béisbol. Es en realidad una ciudad beisbolera”, dijo Boyd. “Recientemente el enfoque ha estado en los Seahawks (del fútbol americano) por su gran éxito, pero cuando tienes un equipo ganador es bonito ver la energía, y los fanáticos llegarán por montones”.

La última vez que los seguidores de Seattle vieron que su equipo disputaba un juego de playoffs fue el 22 de octubre de 2001, cuando los Marineros cayeron ante los Yanquis de Nueva York en el quinto encuentro de la Serie de Campeonato de la Liga Americana.