El incesante grito de Sofía Madelainy en el Panam de Taekwondo fue clave para que Madelyn Rodríguez lograra el boleto a los Juegos Olímpicos de París.

Madelyn Rodríguez, quien la pasada semana logró su primera clasificación a unos Juegos Olímpicos, tiene en su pequeña hija Sofía Madelainy a su principal fanática .

Cuando las cosas no van bien en el fragor de la competencia, Madelyn asegura que escucha la voz de su niña en medio de la bulla y suele revertir la situación.

“¡Tú puedes mami, tú puedes!”, vocifera de manera incesante Sofía Madelainy, de seis años, quien suele sentarse en primera fila para presenciar los combates de su progenitora aquí.

“Mi hija es mi mayor fans. Ella siempre está atenta a mis peleas a pesar de su corta edad. La entiende un poco y por medio de las pantallas (las pizarras) sabe cuando estoy ganando o perdiendo”, dijo la atleta santiagués de 23 años.

Señaló que, incluso, cuando por razones de estudios su tesoro no puede asistir a sus combates, o cuando viaja con la selección al exterior, escucha el eco.

“Ella lleva el taekwondo en la sangre. Su padre, Saúl Taveras, también lo practica y estamos buscando la forma de inscribirla porque le gusta mucho y sabemos que el deporte es salud, es muy bueno y empodera mentalmente”, resaltó.

Indicó que Sofía Madelainy es el motor que la impulsa a levantarse a las cinco de la mañana a entrenar.

“Es mi mayor inspiración, mi todo. Mi madre murió cuando yo tenía nueve meses y mi padre (Juan Andrés Rodríguez Peña) en 2016”, apuntó.

Madelyn obtuvo su plaza para los Juegos Olímpicos “París 2024” al derrotar en la semifinal a la chilena Claudia Gallardo con marcador 2-0 (1-0, 2-0).

La victoria resultó doblemente satisfactoria, así lo testimonian los videos y fotos que recogieron la reacción que tuvo luego que el árbitro levantara su mano, declarándola ganadora en la categoría -67 kilogramos.Indicó que Gallardo, a quien definió como atleta de gran nivel, la había vencido en las dos últimas ediciones de los Juegos Bolivarianos, que tuvieron lugar en las ciudades colombianas de Santa Marta (2017) y Valledupar (2022).

“Me imagino que ella estaba confiada porque me había ganado por mucho un par de veces en los Bolivarianos. Yo también confiaba en mí porque estaba mejor preparada para lo que venía”, subrayó.

“Era una pelea difícil, pero yo escuchaba esa voz que tanto me motiva (´¡Tú puedes mami, tú puedes!´”).